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La PMP acoge con satisfacción la nueva Estrategia Europea de Cuidados para aumentar el acceso a servicios asistenciales de calidad, asequibles y accesibles

Fuente: Plataforma de Mayores y Pensionistas

Una cuidadora coge de la mano a una persona mayor.

La Estrategia incluye la propuesta a los Estados miembros de una serie de acciones para mejorar las condiciones de trabajo del personal asistencial

La Plataforma de Mayores y Pensionistas ha acogido con satisfacción la presentación por parte de la Comisión Europea de la nueva Estrategia Europea de Cuidados, cuyo objetivo es lograr unos servicios asistenciales de calidad, asequibles y accesibles en todos los países de la UE, así como mejorar la situación tanto de los cuidadores (profesionales o informales) como de los receptores de cuidados.

Para la PMP, invertir en cuidados es importante para atraer y retener talento en el sector asistencial, que, a menudo, se caracteriza por condiciones de trabajo difíciles y salarios bajos, así como para hacer frente a la escasez de mano de obra y aprovechar el potencial económico y de creación de empleo del sector.

Por otro lado, la inversión en cuidados de alta calidad también implica mejorar la participación de las mujeres en el mercado laboral y la igualdad de género, en particular en lo relativo a la brecha salarial y de pensiones entre hombres y mujeres. Las mujeres siguen siendo las principales responsables de los cuidados: un 90 % de los profesionales de cuidados son mujeres y 7,7 millones de mujeres han dejado su empleo debido a las responsabilidades asistenciales.

En este sentido, la PMP valora muy positivamente las acciones propuestas por Comisión Europea, destinadas a ayudar a los Estados miembros a aumentar el acceso a servicios asistenciales asequibles y de alta calidad, mejorando al mismo tiempo las condiciones de trabajo y la conciliación de la vida familiar y la vida profesional de los cuidadores.

Así, dichas propuestas instan a que los cuidados de larga duración sean oportunos, globales y asequibles, permitiendo un nivel de vida digno a las personas que los necesitan. Todo ello aumentando la oferta y la combinación de servicios profesionales de cuidados de larga duración (asistencia a domicilio, asistencia de proximidad y atención residencial), cerrando las brechas territoriales en el acceso a los cuidados de larga duración, o implantando soluciones digitales accesibles en la prestación de servicios asistenciales y garantizar que los servicios e instalaciones de cuidados de larga duración sean accesibles para las personas con discapacidad.

También implica garantizar criterios y normas de alta calidad para los prestadores de cuidados de larga duración; apoyando a los cuidadores informales, que a menudo son mujeres y familiares de los receptores de cuidados, a través de la formación, el asesoramiento y el apoyo psicológico y financiero; y movilizando una financiación adecuada y sostenible para los cuidados de larga duración, en particular mediante el uso de fondos de la UE.

Para mejorar las condiciones de trabajo y atraer a más personas, en particular hombres, al sector asistencial, la Estrategia recomienda a los Estados miembros que promuevan la negociación colectiva y el diálogo social con vistas a mejorar los salarios y las condiciones de trabajo; garanticen las normas más estrictas en materia de salud y seguridad en el trabajo; diseñen programas de educación y formación continuas para los cuidadores; aborden los estereotipos de género en torno a los cuidados y pongan en marcha campañas de comunicación; ratifiquen y apliquen el Convenio n.º 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos.

Además, por su parte, la Comisión estudiará la creación de un nuevo diálogo social sectorial para los servicios sociales a escala de la UE; promoverá el establecimiento de una asociación en materia de capacidades en el marco del Pacto por las Capacidades para el sector de los cuidados de larga duración; financiará proyectos y estudios para evaluar el valor social y económico del trabajo y de las condiciones de trabajo en el sector asistencial; y revisará la aplicación de las normas de la UE que rigen las condiciones de trabajo. También realizará un inventario de las actuales condiciones de admisión y los derechos de los cuidadores procedentes de países no pertenecientes a la UE y estudiará la viabilidad de desarrollar regímenes a escala de la UE para atraer a cuidadores.

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