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La PMP llama a corregir la inequidad territorial en las políticas de envejecimiento activo y saludable

Fuente: Plataforma de Mayores y Pensionistas

Los participantes en el diálogo de Servimedia

Durante un diálogo celebrado en la agencia de noticias Servimedia

La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha reclamado una mejor financiación, así como la participación efectiva de las personas mayores, en las políticas de envejecimiento activo y saludable llevadas a cabo principalmente por las administraciones locales. Lo ha hecho durante el diálogo que ha celebrado junto a la agencia de noticias Servimedia bajo el título ‘La función esencial de los municipios en las estrategias de envejecimiento activo’.

El encuentro, retransmitido en directo desde el estudio de Servimedia ha contado con la participación de Jesús Norberto Fernández, presidente de la PMP; Loles Díaz, presidenta de la Fundación Grandes Amigos; Javier de Frutos, subdirector de Familia, Educación y Cultura de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP); y Agustín Martinez, coordinador de estudios y apoyo técnico del IMSERSO.

En su primera intervención, el presidente de la PMP ha subrayado la importancia central de los ayuntamientos, como administración más próxima al ciudadano, a la hora de emprender políticas de envejecimiento activo y saludable, siempre desde un “abordaje holístico, completo e integral” de las necesidades y demandas de las personas mayores.

Sin embargo, ha insistido en una máxima fundamental mantenida desde siempre por la PMP: "que no se haga nada para las personas mayores sin contar con ellas”, haciendo referencia a que todas las estrategias de envejecimiento activo y saludable deben incluir, imprescindiblemente, la plena participación de las personas mayores.

Para lograr dicha “participación efectiva”, Fernández ha sugerido “crear mecanismos de diálogo”, como consejos o comisiones, donde los responsables municipales puedan escuchar las demandas de las personas mayores que ayudarán a completar los programas de manera más óptima y ajustada a las necesidades reales. Agregó que se trata de “pensar en conjunto qué necesidades hay y cómo se van a resolver; y los Ayuntamientos, a través de sus concejalías, tienen que acostumbrarse a participar de estos espacios". Ha destacado, además, la necesaria transversalidad, implicando a concejalías más allá de servicios sociales, como cultura, sanidad, movilidad o urbanismo.

Por otra parte, el presidente de la PMP ha lamentado que la financiación municipal, dependiente de impuestos propios y transferencias, quede a menudo "muy al albur de los diferentes convenios y programas". Ha señalado igualmente que la mediana del gasto en servicios sociales por persona al año es de solo 102€, destacando que sólo 25 municipios superan un gasto de 200€ por persona/año y 44 municipios quedan por debajo de los 60€ persona/año. Asimismo, el gasto público general, en el ámbito local, representa solo un porcentaje de entre el 13% y el 15% del total nacional, muy por debajo de la Administración General del Estado (45%) o las comunidades autónomas (40%).

En este sentido, Fernández ha propuesto “acercarnos a otras realidades de la Unión Europea, sobre todo de los países nórdicos, donde se ha demostrado que delegar desde el Estado las actuaciones y el volumen de financiación hacia el nivel local es la mejor manera de actuar en materia de servicios sociales y atención a las personas mayores”.

Por su parte, Loles Díaz, ha coincidido en la importancia de los ayuntamientos por su cercanía, que les permite conocer de primera mano las necesidades de las personas mayores. Sin embargo, ha cuestionado el cumplimiento real de este papel manifestando que la realidad muestra que “los servicios siguen siendo insuficientes, la integración es un deseo y la soledad va en aumento”.

A este respecto, Díaz ha abogado por hablar de “soledades, en plural”, además de alertar sobre el riesgo de que la soledad se convierta en "una piedra más en la mochila de los mayores", cuando se trata de “problema estructural de la sociedad y combatirla pasa por fomentar la ‘vida de barrio’ en las ciudades y mejorar la comunicaciones y transporte en las zonas rurales”.

Por otro lado, la presidenta de Grandes Amigos ha sido contundente al afirmar que, si bien teóricamente la Constitución Española garantiza la igualdad de todos los ciudadanos, la realidad muestra que “después de los 65 años, y especialmente tras los 80, parece que la persona mayor es otra cosa”. Ha denunciado de esta manera el edadismo y la discriminación que sufren las personas mayores a menudo, poniendo como ejemplo la vulneración del derecho a la autonomía, “impidiéndoles decidir dónde o con quién vivir, o incluso el trato que reciben dentro de las residencias”. Así, ha recalcado que el significado del envejecimiento activo y saludable también implica “poder seguir desarrollando la vida como yo la quiero, a mi manera y tener todas las puertas abiertas para poder hacerlo”.

De igual manera, ha enfatizado que "mientras no cambie la imagen social del envejecimiento, cambiaremos poco, así que es esencial sensibilizar a la sociedad y al conjunto de las administraciones acerca de que no hay un modelo de persona mayor, ya que las personas mayores de hoy somos muy plurales y heterogéneas, luego tiene que haber servicios sociales y posibilidades de participar, que respondan a esa realidad".

El representante de la FEMP, Javier de Frutos, ha defendido que, a pesar de la complejidad competencial, debe haber una “base común de servicios que garanticen derechos para todos los ciudadanos”, lo que requiere la coordinación de las administraciones a todos los niveles. Ha enfatizado, además, que “el respeto a los proyectos de vida, como el deseo de la mayoría de las personas mayores de permanecer en su hogar, exige el papel determinante de los ayuntamientos, adaptando el hogar, el vecindario y ofreciendo servicios de proximidad”. Ha subrayado también que “escuchar a las personas mayores es fundamental para no desdibujar su individualidad”.

Finalmente, Martínez Molina también ha puesto el acento en la participación, pero específicamente en la “calidad de la participación y que esta sea efectiva”, reconociendo que a menudo hay una “validez aparente, pero sin resultados tangibles”. En este sentido, ha mencionado el trabajo del IMSERSO, junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la Red de Ciudades Amigables, ofreciendo apoyo técnico, formación y herramientas de evaluación para mejorar la efectividad de la participación.

También ha hecho referencia al desafío de la participación en zonas rurales y para personas con discapacidad, pero ha puesto su esperanza en “las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial como herramientas que pueden ayudar a llegar mucho más lejos y hacer que las opiniones y demandas sean más representativas”. Por otro lado, ha recordado que, como se ha anunciado recientemente, España acogerá el Congreso Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores de la OMS en 2026 “con un lema que probablemente incluirá los conceptos de comunidad, municipio y salud”.

En conclusión, el diálogo ha dejado claro el reconocimiento del papel estratégico de los municipios en el envejecimiento activo y saludable. Sin embargo, la PMP, con su presidente a la cabeza, ha alzado la voz para señalar que el modelo de municipalismo actual, heredado desde hace 40 años, presenta “graves deficiencias en financiación, que fluye de manera desigual e influye en la calidad de la participación”.

Asimismo, Fernández, ha enfatizado que las políticas de envejecimiento activo deben ir más allá de actividades recreativas, exigiendo “servicios sociales bien dotados, accesibles y coordinados con la atención primaria, así como ciudades adaptadas y proactivas en la detección y apoyo a personas aisladas”. Finalmente, ha argumentado que es necesario “construir ciudades de futuro, ciudades que sean para todos y nunca dejen a nadie atrás”. “Para conseguirlo, actuar desde lo local es lo más inteligente, lo más eficaz y lo más adecuado para abordar las necesidades de las personas mayores".