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"Tanto la PMP como Cruz Roja trabajamos conjuntamente en acciones de diplomacia humanitaria e incidencia en los ámbitos estatal y europeo"

Fuente: Cruz Roja

María del Mar Pageo

María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja Española

María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja Española desde marzo de 2023, cuenta con una destacada trayectoria en el ámbito de la medicina y la gerontología. Ha dedicado más de 30 años a Cruz Roja Española, donde ha ocupado diversos cargos de responsabilidad, incluyendo la vicepresidencia primera y la presidencia de la Comisión de Género e Igualdad.

Bajo su liderazgo, Cruz Roja Española ha continuado su labor humanitaria, adaptándose a los desafíos contemporáneos y promoviendo la inclusión y el bienestar de las personas mayores. En esta entrevista, explora los programas y proyectos clave de la organización, así como su visión sobre el futuro de los cuidados y la atención a las personas mayores en España.

¿Cuáles son los principales programas y proyectos que Cruz Roja Española destinados a las personas mayores? 

Cruz Roja lleva trabajando con las personas mayores desde hace más de 40 años, con el objetivo de mejorar las condiciones necesarias para que las personas mayores mejoren su calidad de vida durante su proceso de envejecimiento, reduciendo las desigualdades de género.

Nuestra dilatada experiencia, amplia presencia territorial y un modelo de intervención basado en el humanismo, que solo el voluntariado y la atención centrada en la persona pueden aportar, son las razones que fundamentan nuestra intervención. Además, nuestra organización se caracteriza por su adaptabilidad a los cambios, tanto en las personas a las que atendemos, como en la sociedad y en nuestra propia estructura y forma de trabajar.

Esto se refleja en los compromisos de la organización para este periodo 2023-2027, así como en la estrategia de intervención de Cruz Roja con las personas mayores. Desde un enfoque de derechos de las personas mayores y un enfoque de vulnerabilidades, identificamos los factores que pueden afectar a las personas mayores de 65 años, como la reducción de la autonomía personal, alteración de las funciones cognitivas, pérdida o disminución de las relaciones sociales, alteración del bienestar físico, y el riesgo o haber sufrido abuso, negligencia o maltrato.

Para abordar estos factores, Cruz Roja desarrolla diversos programas y proyectos específicos:

  • Promoción de la Autonomía Personal: Este programa busca mantener y mejorar la autonomía de las personas mayores a través de actividades físicas, cognitivas y sociales.
  • Teleasistencia Domiciliaria: Un servicio que proporciona apoyo y seguridad a las personas mayores en sus hogares, permitiendo una respuesta rápida en caso de emergencia.
  • Fomento de las relaciones sociales y el bienestar personal: Espacios donde las personas mayores pueden participar en actividades sociales y relacionales, educativas y terapéuticas, fomentando la socialización y el bienestar. Así también, la incorporación de la tecnología como los asistentes de voz para el refuerzo de los vínculos y conexiones sociales y familiares.
  • Prevención del deterioro cognitivo. Actividades personalizadas y grupales para que las personas afectadas por algún deterioro cognitivo leve mantengan y mejoren sus funciones y puedan continuar con su autonomía diaria.
    Promoción del buen trato.
  • Prevención del maltrato y atención y apoyo a personas que puedan sufrir este tipo de violencia.
  • Atención a Personas Cuidadoras: Ofrecemos formación y apoyo a las personas cuidadoras no profesionales, ayudándolas a adquirir conocimientos y habilidades para el cuidado, y proporcionándoles recursos para aliviar la sobrecarga que pueden experimentar.
  • Proyectos de Inclusión Digital: Iniciativas para reducir la brecha digital entre las personas mayores, facilitando su acceso a la tecnología y promoviendo su participación en la sociedad digital.

La sociedad y el entorno son fundamentales para valorar a las personas mayores y reducir las barreras sociales que impiden llevar una vida plena. Por ello, también trabajamos en campañas de sensibilización y en la creación de redes de apoyo comunitario que promuevan la inclusión y una visión positiva hacia las personas mayores y superen el edadismo.

¿Se ha establecido alguna vía de colaboración con la Plataforma de Mayores y Pensionistas? ¿En qué consiste principalmente esa colaboración? 

La creación de la Plataforma de Mayores y Pensionistas ha supuesto un punto de inflexión importante en la defensa de los derechos de las mujeres y hombres mayores. Cruz Roja venido apoyando esta iniciativa y ha trabajado en diferentes espacios de defensa de los derechos de las personas mayores junto con la Plataforma, como la Mesa Estatal para una Convención Universal para las Personas Mayores. De hecho, es una excelente noticia que recientemente la ONU haya dado luz verde a la redacción de una Convención Internacional de derechos de las personas mayores.

Tanto la Plataforma de Mayores y Pensionistas como Cruz Roja trabajamos conjuntamente en acciones de diplomacia humanitaria e incidencia en los ámbitos estatal y europeo. En este contexto, se ha creado a nivel estatal un grupo informal AGE España, en el que participamos ambas organizaciones junto con otras tantas para la identificación de necesidades y objetivos vinculados a los derechos de las personas mayores.

¿Hay planes para ampliar esa colaboración en un futuro? ¿Qué beneficios cree que puede aportar para la calidad de vida las personas mayores? 

En Cruz Roja tenemos el firme propósito de ampliar y mejorar la colaboración con la Plataforma de Mayores y Pensionistas. Estamos comprometidos en apoyar al movimiento asociativo de las personas mayores y defender sus derechos.

Esta colaboración nos permite identificar mejor las necesidades y mejorar nuestra intervención con las personas mayores. La Plataforma de Mayores y Pensionistas, que agrupa a 15.079 asociaciones con más de 5.746.000 afiliados, visibiliza las necesidades e inquietudes de las personas mayores. Esto nos ayuda a detectar nuevas situaciones y barreras que enfrentan, y aplicar esta información en nuestros programas y proyectos para beneficio de las personas mayores.

Seguiremos trabajando conjuntamente en la promoción y defensa de una sociedad inclusiva para todas las edades, donde cumplir años no implique perder derechos. Así también, para promover un proceso de envejecimiento activo como medida preventiva y factor clave para mantener la calidad de vida a lo largo de los años.

¿Cómo ha evolucionado la labor de Cruz Roja con las personas mayores en los últimos años, especialmente tras la pandemia de COVID-19? 

El perfil de las mujeres y hombres mayores está evolucionando rápidamente, especialmente debido a los cambios sociales, lo que nos empuja a estar continuamente analizando las nuevas barreras que puedan surgir para seguir envejeciendo con calidad de vida.

La pandemia de COVID-19 ha marcado un punto de inflexión para toda la sociedad, pero especialmente para las personas mayores, generando nuevas situaciones de vulnerabilidad. Esto nos ha llevado a replantear diversas de las estrategias que veníamos desarrollando.

Entre estos impactos, se encuentran los efectos en la salud de las personas mayores, el aumento de los procesos de digitalización que ha provocado un incremento exponencial en la brecha digital, profundizando en la exclusión de las personas mayores. Además, la pandemia ha afectado a las personas que han estado solas, provocando un deterioro cognitivo y emocional. También se han generado situaciones de extrema vulnerabilidad debido al incremento del coste de la vida, lo que dificulta aún más llegar a fin de mes.
Las estrategias tanto internacionales como estatales plantean nuevos escenarios que deben ser contemplados e incorporados en la intervención, especialmente aquellas resultantes de los proyectos de innovación realizados.

Por ello, Cruz Roja está en un proceso de actualización de su estrategia, con el objetivo de dar respuestas a los nuevos problemas desde la perspectiva de los derechos de las personas mayores. Estamos revisando el modelo y la metodología de intervención, estableciendo claves para la acción local desde un enfoque comunitario, apoyándonos en las herramientas tecnológicas y con una alta participación del voluntariado, esenciales en nuestras propuestas de intervención.

¿Cuáles son las medidas que considera más urgentes en cuanto a mejoras de la atención sociosanitaria de las personas mayores y en situación de dependencia? 

Es fundamental incorporar programas preventivos e intervenir antes de que aparezcan las necesidades o problemas. Debemos promover la educación y la información sobre los factores de riesgo, promover hábitos saludables y fomentar la presencia y participación social de las personas mayores en todos los ámbitos. Además, es crucial sensibilizar a la sociedad sobre la diversidad y capacidades de las personas mayores para que puedan participar plenamente en todos los espacios sociales. Creemos en el enfoque de capacidades y por ello lo incorporamos en nuestra metodología de intervención.

También debemos fortalecer las respuestas a las personas cuidadoras no profesionales, quienes desempeñan un papel esencial en el apoyo y cuidado de las personas mayores en situación de dependencia. Estas cuidadoras cada vez enfrentan mayor dedicación y sobrecarga, por lo que necesitan un apoyo significativo.

¿Cuál es su opinión sobre el nuevo modelo de cuidados? 

El nuevo modelo de cuidados propone una revisión del modelo actual, que es asistencial y segregador. La despersonalización y rigidez del modelo actual pueden provocar sentimientos de desarraigo, tristeza, abandono y pérdida de control sobre la propia vida. Desde Cruz Roja Española, somos conscientes de la pérdida de derechos que este modelo implica, no únicamente para las personas mayores, sino también afectando especialmente a niños, niñas y jóvenes bajo el sistema de protección, mujeres víctimas de violencia de género, personas con problemas de salud mental y personas sin hogar.

El nuevo modelo de cuidados presenta una propuesta de atención integral centrada en la persona, garantizando sus derechos y su inclusión en el entorno comunitario. Estos aspectos son pilares fundamentales en el trabajo de nuestra organización, a través de metodologías como el enfoque de derechos y el enfoque comunitario. Estas metodologías garantizan ofrecer servicios personalizados que tengan en cuenta las preferencias y necesidades de las personas, permitiéndoles vivir en comunidad y reforzando apoyos como la asistencia a domicilio, la teleasistencia y los centros de día.

Desde Cruz Roja Española, queremos destacar nuestro compromiso con el reto que supone impulsar este modelo, que implica un importante trabajo de coordinación y alineamiento entre todos los agentes necesarios para ofrecer a las personas vulnerables una visión integral y coordinada de los posibles apoyos que les permitan desarrollar una vida independiente y de calidad.

¿Qué es necesario para lograr la implantación definitiva de este nuevo modelo? 

Actualmente, existe mucha evidencia sobre los beneficios de la implantación de nuevos modelos basados en la comunidad, que promueven la inclusión de las personas, el acceso en igualdad de oportunidades y la participación, y que atienden a la persona y su situación particular, flexibilizando y adaptando los apoyos. Ejemplos de ello son el Informe sobre la transición de la asistencia institucional a la asistencia de base comunitaria (Comisión Europea, 2009) y el Estudio sobre los procesos de desinstitucionalización y transición hacia modelos de apoyo personalizados y comunitarios (Universidad Carlos III, 2023).

Existe también una Estrategia Estatal promovida por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que especifica las orientaciones para poner en marcha este nuevo modelo de cuidados. Las competencias, en este sentido, corresponden a las Comunidades Autónomas. Es fundamental que las Administraciones Públicas competentes comprendan y se conciencien sobre los beneficios y el impacto de estos cambios para la ciudadanía. La colaboración interterritorial de las administraciones es esencial para la adhesión a los diferentes planes operativos previstos para la implantación del modelo, incluyendo un compromiso de financiación.

Así también, es esencial garantizar que los cuidados y apoyos ofrecidos a las personas en situación de vulnerabilidad sean de calidad y respeten las preferencias individuales y la voluntad de cada persona, con el objetivo de que puedan elegir cómo vivir sus vidas de manera autónoma e independiente. Esto enlaza directamente con el enfoque de derechos del que las Administraciones Públicas son garantes.

Sin embargo, no toda la responsabilidad recae sobre las administraciones públicas. Es clave trabajar con las comunidades para que formen parte del apoyo y permitan la inclusión de todas las personas. Espacios de encuentro donde las personas se relacionen, compartan sus necesidades y deseos, e impliquen a vecinos, comercios y otros agentes, también pueden impulsar la concienciación de la ciudadanía sobre el derecho a cuidados y apoyos en la comunidad. Esto implica un cambio de mentalidad en la sociedad, donde las personas mayores sean protagonistas de su proceso de envejecimiento, puedan opinar y decidir. 

Por último, es importante trabajar desde la prevención, impulsando con las personas los conocimientos, recursos y habilidades que pueden necesitar para afrontar las situaciones que requieren apoyo, desde su propia autodeterminación y autonomía.

Como especialista en Geriatría y Gerontología, ¿qué medidas opina que son más necesarias y urgentes en cuanto a refuerzo del Sistema Nacional de Salud?

En mi opinión como profesional de la salud especializada en personas mayores, es crucial implementar programas preventivos que intervengan antes de que surjan las necesidades o problemas. Debemos formar e informar sobre los factores de riesgo, promover hábitos saludables y fomentar la participación social de las personas mayores en todos los ámbitos. Además, es esencial sensibilizar a la sociedad sobre la diversidad y capacidades de las personas mayores para que puedan participar plenamente en todos los espacios sociales.

También es necesario fortalecer el apoyo a las personas cuidadoras no profesionales, quienes desempeñan un papel esencial en el cuidado de las personas mayores en situación de dependencia. Estas cuidadoras enfrentan cada vez mayor dedicación y sobrecarga, por lo que necesitan un apoyo significativo.

¿Desde Cruz Roja Española se perciben diferencias entre el ámbito rural y urbano en cuanto a las necesidades y calidad de vida de las personas mayores? ¿Cuáles son esas diferencias? 

Las zonas rurales sufren una mayor tasa de envejecimiento, la despoblación se produce a mayor velocidad y el acceso a los servicios básicos es más complejo. En consecuencia, las personas que residen en estos ámbitos se encuentran más alejados de servicios y en una situación de mayor vulneración de sus derechos. 

El ámbito sanitario se ve especialmente afectado por la despoblación y concentración en ciudades o cabeceras de comarca. La situación se vuelve más compleja si se requiere de especialistas, que suelen estar en los hospitales urbanos, lo que implica desplazamientos y uso del transporte público, que a menudo es infrecuente y con largos tiempos de viaje. Además, no todas las personas disponen de vehículo propio o pueden hacer uso porque no pueden conducir. Por tanto, contar con buenos servicios de movilidad y transporte permitirían suplir deficiencias que presentan otros servicios. 

Otro de los servicios esenciales para el hogar son las telecomunicaciones, la banda ancha e Internet, que hoy por hoy facilitan no solo prestaciones claves para acceder a la cultura, ocio, formación, participación política, y la salud, sino también las relaciones humanas, previniendo el aislamiento y la soledad. Las telecomunicaciones favorecen la conexión y la geolocalización, ayudando a actuar, por ejemplo, en situaciones de emergencia: portar un móvil con cobertura, un dispositivo de teleasistencia o GPS de programas de atención a mayores u otros colectivos como víctimas de violencia de género, brinda seguridad a las personas. 

El factor edad representa un indicador de referencia a la hora de analizar y afrontar situaciones de aislamiento social y/o soledad no deseada, ya que a mayor edad existe mayor posibilidad de vivir situaciones vitales que reducen las redes sociales y facilitan el aislamiento social. Ejemplo de ello puede ser la pérdida de seres queridos, la jubilación, separaciones y cambios en las relaciones familiares, problemas de salud, situaciones de dependencia, etc.

También los cambios en los estilos de vida, así como los nuevos parámetros y formas relacionales de nuestra sociedad, están haciendo que el sentimiento de soledad sea cada vez más una tónica general entre las personas mayores de nuestro país.

Por otro lado, debemos destacar que el ámbito rural es un entorno repleto de muchas y diversas oportunidades que ofrecen una fuente de calidad de vida y bienestar tanto para las personas mayores como para el conjunto de la comunidad.

Teniendo en cuenta la evolución demográfica, con una población cada vez más envejecida, ¿cuáles son los principales desafíos que prevé Cruz Roja Española en las próximas décadas?

España es el cuarto país europeo con más personas mayores. Actualmente, según los datos publicaos por el INE, el 20,1 % de los españoles tiene más de 65 años y se espera que esta proporción aumente en los próximos 20 años.

La mayor esperanza de vida es un avance positivo muy significativo para la sociedad, pero también es un reto. Conforme avanza el proceso de envejecimiento, las personas mayores se enfrentan a dificultades como la pérdida de la autonomía personal, la soledad no deseada o la brecha digital. Para la sociedad, así como para las políticas públicas, el envejecimiento de la población implica también retos colectivos sociales, económicos y de servicios esenciales.  

Por ello, y de acuerdo con el Estudio sobre el Envejecimiento recientemente elaborado por la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados (2023), plantea los siguientes retos a las que habrá que hacer frente: la Adaptación del sistema de pensiones, la Adaptación del sistema sanitario, reforzar los Cuidados de larga duración y el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), y, la Transformación del modelo de cuidados. Desde Cruz Roja, como organización humanitaria, estamos alineados con estos retos y, de hecho, forma parte de los compromisos que tenemos para este periodo (2023-2027), emanados de la X Asamblea General de Cruz Roja Española.

Además, es destacable que uno de los principales desafíos radica en hacer visible a la sociedad en su conjunto las necesidades de la población mayor y que promueva su inclusión y calidad de vida garantizando los derechos que la asiste. 

Es un tema complejo que necesita la implicación del conjunto de las administraciones y de la sociedad civil para poder enfrentarnos a los retos del envejecimiento desde el punto de vista de la salud y de un enfoque en lo social que necesita cada vez más apoyo. También, consideramos que es fundamental fomentar una cultura que valore y respete a las personas mayores, asegurando que tengan acceso a oportunidades de participación social y económica.

Otro de los desafíos lo encontramos en la respuesta ante la Soledad en nuestra sociedad, tanto en el presente como en el futuro. En Cruz Roja conocemos bien la realidad de las personas que sufren la soledad no deseada y mantenemos un compromiso continuado para reducir este sentimiento de soledad no deseada y el aislamiento social de las personas en situación de vulnerabilidad, a través del fortalecimiento de sus redes sociales, la sensibilización a la ciudadanía, la detección de riesgos y la intervención sobre la soledad y sus consecuencias que afecten a su integridad física y psicológica y también el de fomentar la activación social de las personas y su participación en su propio proceso de inclusión, mediante acciones de empoderamiento que les permitan, de manera activa y eficaz, no sólo superar los obstáculos y las barreras existentes (sociales, digitales, etc.), sino también asumir el control de sus propias vidas y el pleno ejercicio de sus derechos ciudadanos.
Finalmente, podemos abordar y asumir todos estos desafíos si somos capaces de crear vínculos y alianzas desde las múltiples perspectivas que requieren. Las alianzas de colaboración, cómo la que tenemos con la Plataforma de Mayores y Pensionistas, así como con el movimiento asociativo, empresas, fundaciones, administraciones públicas y la ciudadanía, son fundamentales. Todas estas entidades estamos comprometidas en la defensa de los derechos de las personas mayores lo cual es esencial para abordar los problemas y dar valor a este colectivo.
 

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