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Reclaman un incremento de la financiación en dependencia para propiciar un cambio en el modelo de cuidados

Fuente: Servimedia

Los participantes del diálogo sobre el cambio en el modelo de cuidados.

Los participantes del diálogo sobre el cambio en el modelo de cuidados.

Las entidades que defienden los derechos de los mayores y los colectivos que atienden las necesidades de las personas en situación de dependencia consideran urgente que el Gobierno y el resto de las instituciones públicas adopten un incremento de la financiación que haga posible un cambio en el modelo de cuidados de larga duración.

Así se puso de manifiesto durante el diálogo ‘Cambio del modelo estatal de cuidados de larga duración’, un acto organizado por la agencia de noticias Servimedia en el que, moderados por su director, José Manuel González Huesa, participaron el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez; el presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, Ángel Rodríguez; la presidenta de la Fundación Pilares, Pilar Rodríguez; la directora de la Cátedra de la Unesco Mujeres, Desarrollo y Culturas de la Universidad de Vic, Sandra Ezquerra, y Dolors Comas, profesora de Antropología Social y Cultural en la Universidad Rovira i Virgili.

El incremento de la financiación en materia de dependencia fue el asunto en torno al cual pivotó el debate. El primero en sacarlo a colación fue Ángel Rodríguez, quien lo consideró “totalmente necesario” para forjar a partir de él un nuevo modelo de cuidados.

Reconoció que “se ha mejorado el camino” en materia presupuestaria desde 2020, aunque consideró que el nivel de inversión pública “sigue siendo bajo” para cumplir con los objetivos establecidos en la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (Lapad).

En ese sentido, llamó a seguir el ejemplo de lo que se hizo en la década de 1980 con la Ley General de Sanidad, con el objetivo de “iniciar una red de infraestructuras en el país con personal adecuado, con multitud de especialidades y con salarios medianamente dignos” para sus trabajadores.

A su juicio, el cambio en el modelo de cuidados “es un imposible” con un 0,8% del PIB español destinado a dependencia, una cifra que palidece si se compara con el 1,6% consignado en Francia o con el 3% que se le dedica en los países nórdicos.

Por todo ello, aseveró que “el camino a recorrer en la financiación es tremendo, de una urgencia total”, para contar con “profesionales suficientes, bien pagados económicamente, que cuenten consideración social”. De lo contrario, concluyó, “estaremos lamiéndonos las heridas”.

En la misma línea, Pilar Rodríguez celebró que “por fin se pone el barco virando hacia donde tiene que ir, tanto en el modelo de cuidados como en financiación”, en la que reconoció que “se ha hecho un gran esfuerzo”.

A pesar de ello, dejó claro que la financiación “se tiene que poner por delante” si se quiere construir un nuevo modelo de cuidados para que “se preserve siempre la dignidad y los derechos de las personas, tengan la edad que tengan y tengan la discapacidad que tengan”.

Asignatura pendiente

Por su parte, Nacho Álvarez manifestó que el objetivo del Gobierno en materia de dependencia es doble: “mantener la hoja de ruta de este mandato en materia de mejora de la financiación” y “utilizar la financiación para un cambio de modelo”, que deje atrás el actual que es “asistencialista”.

Al igual que hizo en el Congreso de los Diputados la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, el secretario de Estado destacó que la financiación en materia de dependencia “se ha más que duplicado” desde el comienzo de la legislatura, lo que, a su juicio, ha permitido cumplir con una “asignatura pendiente”.

Desde su punto de vista, el cambio del modelo de cuidados de larga duración “tiene que hacerse cargo de la nueva realidad”, ya que “no se envejece ahora como hace 50 años” y se tiene que auspiciar una fórmula que permita poner “en el centro” el derecho a la autonomía, a la independencia, a la dignidad, a poder realizar una vida en igualdad de condiciones y a un envejecimiento activo de la sociedad.

Tras esta declaración de intenciones, ratificó que la estrategia de desinstitucionalización de los cuidados puesta en marcha junto con las comunidades autónomas marcha “razonablemente bien”; sin embargo, confesó que el cambio hacia un modelo en el que se priorice la teleasistencia, la ayuda a domicilio, los centros de día y el envejecimiento en el entorno del individuo requiere “impulsar la financiación y transformar el modelo de residencias”.

A pesar de ello, constató que “hay muchas personas que necesitaremos en las últimas fases de nuestras vidas pasar a una residencia, entendida de forma distinta” a como se ha hecho hasta ahora, para lo cual abominó de las sujeciones químicas, físicas o farmacológicas y abogó por acabar con las macroresidencias.

Por su parte, saludó que el Plan de Choque para la Dependencia ha permitido incorporar al Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) a 180.000 beneficiarios y reducir en más de 50.000 personas las listas de espera para acceder a él.

Nacho Álvarez comentó que la “asignatura pendiente” es proporcionar “condiciones laborales de calidad” a los trabajadores del SAAD, fundamentalmente mujeres, lo que pasa por conseguir que el 80% de ellos tengan un contrato indefinido y que dos tercios cuenten con uno temporal a plena jornada.

El secretario de Estado cerró su intervención observando que “envejecer en un entorno comunitario y con apoyos “representa un “ahorro para el sistema sanitario”.

Pecados originales

Por último, Sandra Ezquerra subrayó que “es imposible cambiar el sistema de cuidados sobre políticas sociales”, sin tocar la legislación laboral, la fiscal y la económica, lo que le dio pie a mostrar sus dudas de que el Gobierno esté comprometido con un cambio del modelo de cuidados.

Desde su punto de vista, la Lapad cuenta con “dos pecados originales”: el refuerzo de la implicación de las mujeres en los cuidados familiares y laborales y que “abrió la veda al sector privado y particularmente al mercantil”, lo que la ha convertido en “una fuente de lucro muy importante”.

Sandra Ezquerra cerro su intervención deplorando que el sistema de cuidados sea “asistencialista y familiar”, debido a que “la política pública social sigue dando por hecho que la familia es la protagonista; cuando no hay una, esto se sale de madre”.