“Las políticas dirigidas a mayores no pueden hacerse sin contar con nosotros”

Así de rotundo es el presidente de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, PMP, Ángel Rodríguez Castedo. Entidad que se ha presentado recientemente y que aglutina a las principales organizaciones de mayores del país: UDP, CEOMA y ONCE, y cuenta también con la participación del CERMI, CONJUPES y POP. El objetivo último de la PMP está claro, como nos cuenta Rodríguez Castedo: “Ser la interlocución única para establecer un diálogo civil permanente con los poderes públicos y las organizaciones sociales”, de manera que la voz de los mayores esté presente y sea tenida en cuenta sobre todo a la hora de diseñar políticas dirigidas a las personas mayores.

¿Por qué se crea ahora la Plataforma de Mayores y Pensionistas?

La PMP nace de una confluencia de las organizaciones de mayores más importantes y significativas en España, porque se dan cuenta de que, en un mar de siglas, hay que ir hacia una interlocución única con los poderes públicos y con las organizaciones sociales. Si no es así, se hace muy complicado formalizar, concretar y desarrollar un diálogo civil, que es el objetivo máximo que nos marcamos en la Plataforma, establecer un diálogo civil permanente, sosegado, con datos, institucional, leal, con las Administraciones Pública, y bajo el prisma de que es una petición razonable que todas aquellas actuaciones que las políticas que se dirijan a las personas mayores y a los pensionistas, que primero nos consulten, que no se haga sin contar con los mayores y con los pensionistas.

¿Ha sido complicado poner de acuerdo con las diferentes organizaciones?

Nosotros nos hemos fijado en las organizaciones que protagonizaron la confluencia en el mundo de la discapacidad, donde los colectivos fueron confluyendo en el CERMI, que es una organización de éxito tras varios años trabajando muy bien. El tener una voz tiene alguna dificultad interna a la hora de coordinar, de mantener una postura conciliadora entre las distintas posiciones que se tengan, pero hacia afuera da una mayor solidez y coherencia y exigencia a las organizaciones a la hora de marcar cuantas menos fronteras mejor.

Son muchos los temas en los que ha de trabajar esta voz única. Pero ¿por dónde hay que empezar? ¿Qué se debe priorizar?

Si la priorización se hace desde los sentimientos de la mayoría de la gente mayor, el tema más relevante es el que atañe a las pensiones. Nuestra posición en este sentido es valorar el Pacto de Toledo como un instrumento muy válido, donde haya una Comisión Parlamentaria que, independientemente de quien esté gobernando, se dedique a hacer recomendaciones al Gobierno sobre pensiones. Esto debe hacerse como se hizo históricamente, por la vía del acuerdo. Además, es importante hablar de pensiones por la vía del diálogo social. Por tanto, desde la Plataforma defendemos el Pacto de Toledo y la Mesa de Diálogo Social.

¿En qué momento se encuentra el Sistema de Pensiones, ahora que se habla tanto de su sostenibilidad?

De momento, estamos de acuerdo en la recuperación del IPC para revalorizar las pensiones cada año. Eso quiere decir que no pierdes capacidad económica de un año para otro lo que da una gran tranquilidad a todas las personas mayores y a sus familias. Y no olvidemos que, en el Parlamento, se espera aprobar un Proyecto de Ley que tiene una enorme relevancia de cara al futuro. Se espera confirmar el compromiso del Gobierno, del Estado, en definitiva, de que cuando con las cotizaciones no se puedan pagar las pensiones, es el Estado el que debe completar la cuantía que fuese necesario. Es algo muy importante en el presente, y sobre todo de cara al futuro para mantener un poder adquisitivo razonable. Con respecto a ese debate sobre si las pensiones son o no sostenibles, nuestra postura es clara: por supuesto que son sostenibles si se mantiene la economía y nuestro país está en crecimiento económico desde hace bastante tiempo. La sostenibilidad de las pensiones derivará mucho de lo que se recaude a nivel de riqueza nacional, asunto sobre el que debe instaurarse un debate serio en nuestro país, sobre cómo de distribuye la riqueza nacional. Un debate en el que debemos estar e intentaremos que se nos escuche.

Además de las pensiones, la Plataforma trabajará en erradicar otros temas importantes. ¿Cuáles?

Son muchos los frentes en los que vamos a trabajar. Desde la erradicación del edadismo o discriminación por edad, el abordaje de la soledad no deseada, reforzar el Consejo Estatal del Imserso, la protección jurídica de los mayores, trabajar por reducir la brecha digital, hasta el conseguir el desarrollo de una sociedad activa y saludable y un mejor sistema de cuidados.

En este último punto, ¿Cómo debe ser ese sistema de cuidados según la PMP?

Este es un asunto esencial, no ahora, siempre. El tema de los cuidados es un tema nuclear, y no solo por las personas mayores o por las personas con discapacidad, sino por un componente esencial que son las mujeres. La mujer es la cuidadora principal. Y esto limita mucho las carreras profesionales de las mujeres y limita la capacidad de elección. Además, el tema de los cuidados tiene un componente claro: la gente quiere envejecer en casa y quiere morir en su casa. Y hay que hacer lo posible para que sea así. Para ello hay que diseñar una política de cuidados con muchos más profesionales de los que tenemos, con cualificación profesional distinta, dando entrada a profesionales como el terapeuta ocupacional o al trabajador social y otro tipo de profesionales. En el sistema de cuidados hay que trabajar en tres variables: los cuidados directos que las personas necesitan, el empleo que puede generarse, y la necesidad de liberar a la mujer de esa responsabilidad.

Para terminar, ¿Qué responsabilidad tenemos los medios de comunicación a la hora de dar el protagonismo a los mayores, en correspondencia con su peso social? ¿Qué se nos pide desde la PMP?

En primer lugar, que contribuyáis a hacer visible a las personas mayores. La sociedad tiene tendencia a ponderar lo bello, lo joven, lo que ocasiona no pocos problemas en jóvenes y no tan jóvenes porque necesitan responder al modelo impuesto, para no sentirse excluido. Los mayores deberían ser visibles porque ya uno de cada cuatro españoles es mayor de 65 años, pero es que en el año 2050 seremos uno de cada tres, un tercio de la población. Además, tenemos la sensación de que hablar de personas mayores es un tema que no acaba de interesar, y nuestra presencia debería ser acorde al peso social que ya suponemos en el cómputo global de la población. ¿Por qué no se puede hablar de un colectivo que ya es el 20 % de la población y que pasado mañana va a suponer el 25 %? Hay que priorizar cómo hace visibles a los mayores, mostrándoles lejos de estereotipos, ponderar la visión del mayor, mostrarles como personas que viajan, que compran, que se cuidan, que tienen muchas inquietudes, y también mostrar sus necesidades. No se puede obviar la riqueza que dan los mayores a la convivencia. Hay que mostrar una imagen positiva del envejecimiento, una etapa que, no lo olvidemos, genera riqueza. Una visión activa, saludable, de gente que quiere seguir sintiéndose ciudadano y que quiere ser valorado por los demás por lo que dice, por lo que hace y por lo que aporta, no por si tiene 70 u 80 años. Al mundo de la comunicación le pediría esa mirada seria, pero también optimista, que se ajusta a lo que son nuestros mayores hoy.