El FMI analiza en su informe semestral el impacto del envejecimiento demográfico en la economía global

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado su último informe semestral bajo el título ‘Perspectivas de la economía mundial, abril de 2025: Un momento crítico en medio de cambios en las políticas’. En esta edición del estudio destaca que la economía mundial sigue lidiando con las "cicatrices significativas" de crisis pasadas y se ve "severamente puesta a prueba una vez más", especialmente en economías emergentes y en desarrollo con menor margen de maniobra.

El auge de la economía plateada

Uno de los principales enfoques analíticos del informe se encuentra en su segundo capítulo, el cual explora en profundidad las implicaciones de una de las tendencias demográficas más importantes a nivel mundial: el envejecimiento poblacional.

El documento reitera que el envejecimiento es una tendencia global, aunque su ritmo es desigual entre regiones. Asimismo, señala que, si bien es más pronunciado en las economías avanzadas y algunas partes de Asia y Europa, con el tiempo también afectará a regiones demográficamente más jóvenes, como América Latina y África.

Este fenómeno demográfico plantea desafíos considerables:

• Desaceleración del crecimiento económico: La principal causa es una menor fuerza laboral en relación con la población total. El análisis en este capítulo indica que, bajo las políticas actuales, el envejecimiento poblacional podría deprimir el crecimiento de la producción global en aproximadamente 2 puntos porcentuales en promedio hasta el final del siglo.
• Crecientes presiones sobre las finanzas públicas: Los sistemas de pensiones de reparto enfrentan tensiones significativas. Se necesitarán reformas para garantizar la solvencia de estos sistemas, como el aumento de la edad legal de jubilación, mayores contribuciones, o la reducción de beneficios.

El informe advierte que retrasar estas reformas aumentará sus costos generales y los distribuirá de manera desigual. Las simulaciones sugieren que, sin reformas, el envejecimiento deprimiría el consumo per cápita, mientras que las reformas tempranas y combinadas pueden mitigar estas pérdidas. La necesidad de ajuste fiscal es crucial para mantener la sostenibilidad de la deuda ante estas presiones y las perspectivas de menor crecimiento.

El impacto positivo del envejecimiento saludable

Sin embargo, el FMI también presenta un lado positivo del envejecimiento de la población. Su análisis destaca el progreso sustancial en el envejecimiento saludable. Esto significa que las personas no solo viven más tiempo, sino que también viven de manera más saludable. Los indicadores de capacidad funcional (como la facilidad para realizar actividades diarias o la audición) y de fragilidad han estado mejorando significativamente a lo largo de las cohortes. De hecho, el informe proporciona una estadística notable: la capacidad funcional de una persona de 70 años en 2022 es comparable a la de una persona de 53 años en el año 2000. La fragilidad de una persona de 70 años en 2022 correspondía a la de una persona de 56 años en 2000.

Este envejecimiento más saludable tiene implicaciones positivas directas para los mercados laborales. Está asociado con:

• Mayores tasas de participación en la fuerza laboral.
• Una mayor probabilidad de estar empleado.
• Mayores ingresos laborales para las personas de 50 años o más.

Particularmente relevante es la mejora en las habilidades cognitivas. Dado que los trabajadores mayores tienden a ocupar roles menos exigentes físicamente, la preservación y mejora de la capacidad cognitiva es crucial para su participación continua y productiva en la fuerza laboral.

El informe estima que las ganancias derivadas del envejecimiento saludable podrían añadir alrededor de 0,4 puntos porcentuales al crecimiento anual del PIB global en promedio entre 2025 y 2050. Esto ayuda a compensar parcialmente la tendencia depresora general del crecimiento debido al envejecimiento.

Además, este capítulo del estudio conecta el envejecimiento saludable con el impacto de la Inteligencia Artificial (IA). Un hallazgo interesante es que los trabajadores mayores están, de hecho, más representados en ocupaciones que podrían beneficiarse de la IA que en aquellas en riesgo. Esto sugiere que mejorar las condiciones laborales, como la gestión del estrés y ofrecer opciones de trabajo remoto o flexible, podría ayudar a retener a estos trabajadores experimentados en roles mejorados por la IA.

En resumen, el segundo capítulo del informe del FMI ofrece un análisis matizado del envejecimiento demográfico. Si bien presenta desafíos significativos para el crecimiento y las finanzas públicas, también subraya el potencial positivo del envejecimiento saludable para mitigar estos desafíos a través de una mayor y más productiva participación de los trabajadores mayores en la fuerza laboral. Las implicaciones políticas son claras: se necesitan reformas fiscales creíbles y tempranas, junto con políticas que fomenten el envejecimiento saludable y apoyen la participación laboral de las personas mayores, aprovechando incluso las oportunidades que ofrece la IA.