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Cuidar Mejor: Análisis de las necesidades de formación en el colectivo de profesionales del cuidado de personas con Alzheimer
Fuente: Fundación Pasqual Maragall

Informe elaborado por la Fundación Pasqual Maragall con el apoyo del IMSERSO
La Fundación Pasqual Maragall, con el apoyo del IMSERSO, ha presentado el informe 'Cuidar Mejor: Análisis de las necesidades de formación en el colectivo de profesionales del cuidado de personas con Alzheimer', un estudio que busca analizar la situación de los profesionales de los cuidados vinculados a esta enfermedad y proponer estrategias concretas para mejorar su formación. Este estudio se realiza en un contexto donde el Alzheimer se configura como un gran reto social y sanitario, afectando a más de 900.000 personas en España, cifra que podría duplicarse en las próximas dos décadas. Para identificar las carencias y demandas, la investigación se basó en una metodología mixta que incluyó encuestas a 270 profesionales, y grupos de discusión cualitativos.
El hallazgo más significativo del informe es la grave carencia de formación específica en Alzheimer, puesto que un rotundo 67 % de las personas profesionales encuestadas afirma no haber recibido nunca este tipo de formación. Este dato es particularmente preocupante, ya que la totalidad de los encuestados trabaja profesionalmente en el cuidado diario y la atención directa de personas con una alta probabilidad de padecer la enfermedad. Esta falta de preparación se asocia a dificultades en la gestión del aseo, la alimentación y, fundamentalmente, las alteraciones conductuales, lo que no solo reduce la calidad de la atención, sino que también genera inseguridad y un impacto en el bienestar emocional del personal.
Aunque los resultados de la prueba estandarizada DKAS revelan que los profesionales tienen un nivel de conocimiento teórico relativamente alto sobre las demencias (75,08 % de aciertos), la percepción de cualificación práctica se sitúa en un nivel bajo, alcanzando solo un 6,29 sobre 10. Esta diferencia sugiere una importante desconexión entre el conocimiento conceptual y la confianza para aplicar esos conocimientos en el contexto laboral real. El informe destaca una desigualdad formativa notable, siendo los perfiles con certificado de profesionalidad para la Atención Sociosanitaria en el Domicilio los más vulnerables, ya que el 89 % de ellos afirma carecer de formación específica en Alzheimer. Estos profesionales, al trabajar frecuentemente en soledad, experimentan mayores riesgos de error y desgaste profesional.
A pesar de estas carencias, existe un alto compromiso con la mejora continua, evidenciado en que el 87 % de los encuestados manifestó su interés en recibir formación adicional, y un abrumador 95 % desea obtener una certificación que acredite su capacitación. Las áreas de formación prioritarias demandadas por los profesionales son el manejo conductual, las habilidades de comunicación tanto con el paciente como con sus familiares, y la información sobre el acceso a recursos disponibles. Además, se subraya la necesidad de formación y apoyo en el autocuidado y la prevención del síndrome de desgaste profesional. En cuanto a las preferencias metodológicas, aunque se valora la parte práctica y presencial, se prioriza el formato en línea (64 %) por su flexibilidad, prefiriendo materiales aplicados, visuales y ágiles, como los casos prácticos (81 %) y las cápsulas de vídeo (56 %).
En consecuencia, el informe propone una serie de recomendaciones clave, incluyendo la necesidad de diseñar programas formativos acreditados y específicos para los perfiles más vulnerables, como el personal del Servicio de Ayuda a Domicilio. Es fundamental que esta formación se adapte a las condiciones laborales reales y sea impartida por profesionales especializados en Alzheimer. Asimismo, se insiste en la importancia de incorporar el enfoque de atención centrada en la persona, promoviendo el conocimiento de la historia de vida del usuario para un cuidado individualizado y humano. Finalmente, para apoyar a quienes cuidan, se recomienda la creación de espacios de acompañamiento emocional y el fomento de comunidades de práctica, donde los profesionales puedan intercambiar experiencias y aliviar el estrés diario. El informe busca ser una base sólida para la futura reformulación de la normativa de cualificación profesional, alineándola con los estándares de la OMS y la Comisión Europea.
Puedes acceder al informe completo aquí.
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