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La PMP y HelpAge International España exigen mayor atención e impulso institucional frente a la violencia de género hacia mujeres mayores
Fuente: Plataforma de Mayores y Pensionistas
Denuncian la invisibilidad institucional de las mujeres mayores en las políticas contra la violencia de género
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora el 25 de noviembre, la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) y HelpAge International España han exigido a las instituciones el impulso de políticas públicas específicas destinadas a erradicar la violencia de género ejercida contra mujeres mayores, una realidad que permanece silenciada.
Ambas organizaciones han denunciado la invisibilidad institucional estructural de las mujeres mayores en dichas políticas públicas y han señalado que la edad no mitiga la violencia, sino que la cronifica. Un gran número de mujeres que hoy superan los 60 años llevan décadas soportando maltrato psicológico, físico o económico. La violencia que sufren no solo permanece oculta, sino que se agrava por el edadismo y la falta de atención específica en las políticas públicas y los servicios sociales.
En este sentido, un estudio de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género evidencia la cronificación del maltrato en este grupo poblacional al revelar que el 40% de las mujeres mayores víctimas de violencia de género han soportado maltrato durante más de 40 años. El informe subraya que los problemas económicos están presentes en el 43% de los casos, mostrando la estrecha conexión entre la dependencia financiera y la violencia.
Por otro lado, los boletines recientes de la mencionada Delegación del Gobierno y el Observatorio del Poder Judicial muestran que las mujeres mayores de 60 años representan entre el 8% y el 10% del total de víctimas de violencia de género denunciadas cada año (con más de 3.200 víctimas registradas en 2024). Sin embargo, la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer (2019) sitúa a las mujeres mayores de 65 años (17,6%) entre los grupos que menos denuncia.
Asimismo, HelpAge International España (que ha venido desarrollando un continuo trabajo de análisis y campañas sobre la violencia de género contra mujeres mayores, visibilizando su especificidad y la necesidad de intervenciones adaptadas a sus realidades) ha destacado que en 2025 el número de mujeres mayores asesinadas por violencia de género asciende a nueve, lo cual equivale aproximadamente a un tercio del total de víctimas mortales por este motivo en el año en curso. Es, además, la cifra más alta desde 2020, cuando se produjeron 12 feminicidios en este grupo de población. De esta manera, se confirma la tendencia en los últimos años de incremento del peso relativo de las mujeres mayores en la cifra total de asesinatos machistas.
La PMP y HelpAge International España han venido denunciando que la doble discriminación de género y de edad hace que las necesidades de las mujeres mayores sigan estando muy invisibilizadas y, por ello, poco atendidas. Esta realidad se debe al silencio aprendido, la dependencia económica y la falta de redes de apoyo, factores clave de su invisibilidad. El edadismo institucional actúa como un obstáculo añadido al reconocimiento de su condición de víctimas.
Además, ambas entidades han reconocido como un avance la inclusión, en la renovación este año del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, de elementos que mencionan las necesidades específicas de las mujeres mayores, como es el reconocimiento de la violencia económica como categoría específica. Sin embargo, continúan considerando que los recursos y programas adaptados a mujeres mayores siguen siendo insuficientes.
En este sentido, la presidenta de HelpAge International España, Isabel Martínez, ha insistido en la “urgente necesidad de que la sociedad civil y las organizaciones de personas mayores contribuyan a romper el silencio”. También ha subrayado que, aunque se ha avanzado en políticas públicas, las “desigualdades estructurales permanecen prácticamente intactas”. “Como demócratas, necesitamos reforzar nuestras convicciones para combatir estas desigualdades y ser firmes en su rechazo; no podemos normalizar lo que no es normal”, ha agregado Martínez.
Por su parte, el presidente de la PMP, Jesús Norberto Fernández, ha manifestado que “las mujeres mayores han caminado décadas en invisibilidad, han sufrido violencia que se normalizó y hoy siguen sin encontrar los recursos adecuados”. Por este motivo, “este 25 de noviembre exigimos que su voz sea parte del mensaje, que su realidad salga del silencio, y que nuestras instituciones se adapten a ellas, porque la igualdad no es completa hasta que nadie quede atrás”, ha añadido Fernández.
En definitiva, tanto HelpAge International España como la Plataforma han insistido en que el abordaje de la violencia de género en mujeres mayores requiere un enfoque específico. A pesar de los avances, la sociedad y las políticas públicas no han sabido mirar la violencia de género desde la vejez. Por todo ello, han planteado un conjunto de medidas urgentes dirigidas a los poderes públicos para garantizar que las mujeres mayores disfruten de una vida libre de violencia:
- Reconocimiento explícito de las mujeres mayores como víctimas de violencia de género en todos los planes, estrategias y protocolos institucionales, asegurando su inclusión efectiva en estadísticas, programas y campañas de prevención.
- Campañas de sensibilización accesibles y adaptadas, combinando formatos presenciales, telefónicos, comunitarios y digitales, que lleguen a todas las mujeres mayores, incluidas aquellas con dificultades de movilidad o aislamiento social.
- Implementación de protocolos especializados de detección, prevención e intervención, con formación al personal sanitario, social y residencial; incorporando perspectiva de género y edad y abordando la violencia de larga duración y la dependencia histórica.
- Recursos económicos y habitacionales específicos, que faciliten la independencia de las mujeres mayores y permitan salir de entornos violentos con seguridad y autonomía, incluyendo ayudas para vivienda, transporte y atención domiciliaria.
- Ofrecer acompañamiento psicosocial adaptado, que reconozca trayectorias vitales prolongadas y la complejidad de la violencia crónica, incluyendo apoyo psicológico, legal y comunitario.
- Exigencia de datos desagregados por edad y género en todos los informes oficiales sobre violencia de género, que permitan visualizar la magnitud del problema y diseñar políticas efectivas.
- Incorporación del edadismo como eje estructural en todas las políticas de igualdad y prevención, reconociendo que la discriminación por edad agrava la vulnerabilidad.
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