Líderes mundiales ratifican la Declaración de Salud Global de la ONU con el rechazo de EE.UU. y Argentina

En un movimiento sin precedentes y con la mirada puesta en dos de las mayores problemáticas de salud a nivel mundial, los líderes globales han aprobado una declaración política histórica durante la Asamblea General de la ONU. Este documento combina, por primera vez, los esfuerzos para combatir las enfermedades no transmisibles y para promover la salud mental, marcando un nuevo hito en la respuesta sanitaria global.

La declaración, titulada ‘Equidad e integración: transformar vidas y medios de subsistencia mediante el liderazgo y las medidas en materia de enfermedades no transmisibles y la promoción de la salud mental y el bienestar’, establece metas concretas para el año 2030. Esta propuesta busca renovar los enfoques sanitarios en la era posterior a la pandemia de COVID-19, reflejando un compromiso sólido con la mejora de la salud pública.

Entre los objetivos globales fijados para 2030 destacan la reducción de 150 millones de consumidores de tabaco, el control de la hipertensión para 150 millones de personas adicionales, y el acceso a atención de salud mental para 150 millones más. Para alcanzar estas metas, al menos el 80% de los países deberán implementar políticas efectivas, así como asegurar que sus centros de atención primaria dispongan de los medicamentos y tecnologías esenciales.

Las enfermedades no transmisibles, responsables de 18 millones de muertes prematuras anualmente, y los trastornos de salud mental, que afectan a más de mil millones de personas, comparten múltiples factores de riesgo prevenibles, como el consumo de tabaco, alcohol y la contaminación del aire.

El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, subrayó que estas metas reflejan la dedicación de los países miembros en proteger la salud de sus ciudadanos, señalando que «juntos podemos cambiar la trayectoria de las enfermedades no transmisibles y la salud mental».

Además, la declaración aborda desafíos emergentes como la salud oral y los cánceres infantiles, al tiempo que resalta la necesidad de financiamiento adecuado en un contexto económico global incierto. Estos temas se presentan como esenciales para el desarrollo sostenible y la justicia social, demandando una colaboración integral de la sociedad.

Se prevé que el Secretario General de la ONU presente un informe sobre los avances antes de la próxima Reunión de Alto Nivel. Entre tanto, la OMS y otras agencias de la ONU jugarán un papel crucial en la asistencia a los Estados Miembros para implementar estos compromisos y garantizar su cumplimiento hasta 2030 y más allá.

Sin embargo, la unanimidad no fue completa. Estados Unidos mostró su desacuerdo en puntos clave relacionados con derechos de salud sexual y reproductiva y desigualdades de género en el contexto de las enfermedades no transmisibles. Argentina también se opuso a la declaración, evidenciando así divisiones en el panorama internacional sobre cómo abordar estos importantes temas de salud.