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El Europarlamento acoge el debate ‘Envejecimiento activo: retos y oportunidades para Europa’

Fuente: Plataforma de Mayores y Pensionistas

Imagen de la mesa de debate celebrada en el Parlamento Europeo.

Abordó la longevidad como un desafío para que Europa proponga soluciones innovadoras

El Parlamento Europeo acogió el 11 de octubre el encuentro “Active Ageing: Challenges and Opportunities for Europe” (Envejecimiento activo: retos y oportunidades para Europa), que contó con la moderación de Daniela Rondinelli, miembro del comité de Empleo y Asuntos Sociales de la Eurocámara, y la participación como ponentes de Stefan Olsson, director general adjunto de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión; Miguel Ángel Cabra de Luna, miembro del Comité Económico y Social Europeo (CESE) y secretario general de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP); Milan Brglez, miembro del comité de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo y copresidente del Grupo de Interés en Cambio Demográfico y Solidaridad entre Generaciones; y Maciej Kucharczyk, secretario general del AGE Platform Europe.

El número de europeos mayores de 65 años se duplicará en los próximos 50 años, y el número de personas mayores de 80 años casi se triplicará. La esperanza de vida continuará aumentando, pero los años de vida poco saludables representan alrededor del 20% de la vida de una persona.

En este sentido, Miguel Ángel Cabra de Luna destacó en su ponencia que el envejecimiento activo y saludable supone un desafío social compartido por todos los países europeos, pero también constituye una oportunidad para que Europa se establezca como un líder mundial capaz de proporcionar soluciones innovadoras. Y esta oportunidad para hacer frente a los retos del cambio demográfico depende de que se aproveche plenamente el potencial de las personas mayores, para lo cual será imprescindible fomentar el envejecimiento activo. Un enfoque positivo centrado en este potencial, que se constituye como fundamental para mantener la solidaridad entre generaciones, un objetivo de la UE consagrado en el artículo 3 del Tratado de Lisboa, que significa que las personas mayores pueden hacerse cargo de sus propias vidas y aportar su contribución a la sociedad.

Esto conlleva avanzar hacia nuevos modelos de atención más personalizados y, para ello ha de situar en el centro a las personas mayores, priorizando la atención en el domicilio, en la búsqueda de la excelencia y sostenibilidad del sistema. Además, ha de promover la autonomía personal orientada al desarrollo de una vida plena.

Por otra parte, debe integrar también la visión económica, enfocada al impulso de una economía que dé respuesta a las necesidades del colectivo senior y a su propio entorno (familia, entorno social y ámbito profesional). Se trata, por tanto, de aprovechar la oportunidad y promover una economía competitiva al servicio del bienestar de la ciudadanía, con un triple objetivo: mejorar la salud y la calidad de vida de los europeos y las europeas, centrándose en las personas mayores; apoyar la sostenibilidad y la eficiencia a largo plazo de los sistemas de salud y de protección social; y mejorar la competitividad de la industria de la UE a través de las empresas y la expansión en nuevos mercados, la economía de la longevidad o silver economy.

En definitiva, según declaró Miguel Ángel Cabra, “esta realidad del panorama demográfico que afronta Europa, se debe reflejar tanto en las políticas, los servicios que se ofrezcan, el diseño de productos y la mejora de la accesibilidad”. Se debe trabajar, tanto a nivel público como privado, para que las personas mayores vivan en entornos seguros y amigables, contando con suficientes recursos y atenciones para disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y activa.

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