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España es un país cada vez más envejecido

Fuente: Senior 50

Dos personas mayores juegan una partida de ajedrez

Según los últimos datos del INE, nuestro país no envejecía tanto desde hace 23 años

El envejecimiento de la población es un fenómeno, que lejos de atenuarse, sigue intensificándose y lo hace de forma más incisiva en algunos países como el nuestro. Así, a tenor de los últimos datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, INE, puede afirmarse que España es un país cada vez más envejecido. De hecho, nuestro país no envejecía tanto desde hace 23 años.

Estos datos constatan que en 2022 se ha registrado un nuevo máximo de envejecimiento: el 133,5 %. Es decir, se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.

Este envejecimiento imparable es fruto de la confluencia de dos factores: una tasa de natalidad en mínimos históricos y una esperanza de vida en tendencia alcista. El pasado año la tasa de natalidad se situó en 7 nacimientos por cada 1.000 mujeres y el número de bebés nacidos alcanzó la menor cifra de toda la serie histórica, con 338.532 niños, un 39 % menos que hace una década. También el índice de fecundidad anotó su valor mínimo (1,19 hijos por mujer), situándose ya muy por debajo del nivel de reemplazo generacional, que debería alcanzar el 2,1 para que la población se mantuviera en el tiempo, sin disminuir su volumen.

Por comunidades autónomas, vuelve a liderar el ranking de envejecimiento Asturias, con un índice del 240 % (240 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, un valor que ha crecido 9 puntos porcentuales con respecto al año pasado), seguida de Galicia (213 %) y Castilla León (211 %).

Estas tres regiones ya presentan más del doble de población mayor de 64 años que menor de 16 años. En el otro lado, Ceuta (65 %). Melilla (48 %) y Murcia (92 %) son las únicas regiones que resisten con índices aún por debajo de 100 %, registrando todavía una mayor proporción de jóvenes.

Incidencia en el mercado laboral

El envejecimiento de la población constituye uno de los fenómenos más determinantes de este siglo, siendo sus efectos ya muy evidentes, y particularmente visibles en el mercado laboral. Así, el 20 % de las personas que tienen trabajo o lo buscan en España tiene 55 años o más, frente al 12 % de hace una década. Manteniendo esta evolución, en 2030 supondrán cerca del 30 % de la población activa.

A pesar de este peso cada vez mayor de la fuerza laboral sénior, se produce una paradoja, ya que las personas mayores de 55 años encuentran dobles barreras para acceder al mercado laboral. En la actualidad, 562.900 profesionales que superan esta edad buscan trabajo en España y el 66 % es desempleado de larga duración, una cifra que desciende hasta el 47 % para el resto de la población.

Estas barreras tienen su origen en prejuicios y estereotipos sociales que se trasladan a las empresas en forma de reticencias a la hora de incorporar profesionales sénior.

Esta crisis demográfica tiene un gran impacto, además, en el ratio de afiliados por pensionista. El año pasado cerró con una relación cotizante-pensionista de 2,2, una cifra que si bien ha aumentado con respecto a 2020 (cuando alcanzó el 2,14), aún se sitúa lejos de la tasa 2,6 que, según los expertos, sería necesaria para que desapareciera el actual déficit contributivo de la Seguridad Social.

Para el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, el ratio actual no garantiza la sostenibilidad del sistema de pensiones, "y exige dar respuesta urgente a retos como la cronificación sistemática del desempleo entre los profesionales más veteranos, invertir más recursos para regularizar la economía sumergida o impulsar incentivos fiscales y laborales para impactar en las familias y estimular la natalidad".