de ,
Microedadismos, la discriminación "sutil" que causa estragos en los mayores
Fuente: 65 y Más
El Imserso ha celebrado una jornada para concienciar sobre este problema
"Es un escándalo lo que estamos viviendo cada día con las conductas edadistas", afirmaba Mayte Sancho, Directora general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) al comenzar la jornada Microedadismos: la discriminación sutil, que tuvo lugar este martes 28 de mayo.
Sancho aseguró que uno de los principales problemas de los microedadismos es la normalización de los mismos: "Nuestro umbral de tolerancia es muy alto. No nos damos cuenta de que nosotros mismos estamos apuntalando este tipo de conductas. Tenemos mucho que hacer desde el grupo de personas mayores y desde el grupo de profesionales que hemos liderado movimientos. La lucha contra el edadismo será el gran combate de los próximos años".
Para poder luchar contra estos comentarios y actitudes que hemos normalizado, el Imserso organizó esta jornada donde profesionales de diferentes ámbitos explicaron en qué consisten los microedadismos y qué podemos hacer para detectarlos y eliminarlos.
El primero en intervenir fue Rubén Herranz, doctor en Derecho y Técnico de Estudios del Imserso, y fue rotundo: "El edadismo lo percibimos de forma pequeña, pero no es tan pequeña, y tiene sus consecuencias", comenzaba diciendo.
Antes de explicar qué es exactamente el microedadismo, Herranz quiso enumerar los tipos de edadismo que existen: directos (no dejar entrar a alguien en un local), indirectos (existen sentencias en materia laboral, de normas que discriminan a personas que tienen mucha antigüedad), por asociación o debido a su relación con otra (cuando se dice ‘no le dejes entrar porque va con otras personas’. Se le discrimina por estar relacionado con otras personas, no a él en concreto), erróneas (discriminar erróneamente a una persona), múltiples e intersecciones (Se dan varias causas a la vez: mayor, mujer, LGTBI), acoso discriminatorio (crear un ambiente hostil en el trabajo a una persona que quieres que se jubile) e inducción, órdenes o instrucciones de discriminación.
El microedadismo para el doctor en Derecho es un tipo de edadismo que engloba todos los "gestos, actitudes, comentarios o prejuicios que se manifiestan en lo cotidiano y que tenemos interiorizado. No suele tener consecuencias jurídicas porque no llega a ser un delito, lo que no quiere decir que esté bien, por ejemplo llamar abuelo a alguien. Puede tener una sanción social".
"Si combatimos el microedadismo, combatimos todo lo que puede venir detrás y las consecuencias que tiene en la salud física y mental y en el bienestar de las personas", explicaba Herranz. Pero, ¿qué podemos hacer? El experto confesaba que "es difícil con medidas jurídicas", pero se puede hacer a través de actividades educativas, intervenciones generaciones o con medidas de inclusión y detección en las políticas.
Tras la intervención de Herranz, llegó el turno de Elena del Barrio, Doctora en Ciencias de la Salud y miembro de la Fundación Matía Instituto: "Percibimos como positivo que nos digan que parecemos más jóvenes de lo que en realidad somos", comenzaba diciendo.
Del Barrio quiso centrar su ponencia en explicar de dónde viene la discriminación por edad, y aseguró que el miedo a la muerte, el mito de la eterna juventud y la división de edades asociada a los roles sociales, están detrás y hacen que las personas se posicionen de dos maneras: rechanzado su edad o lo que denominó la "profecía autocumplida.
"Las personas que rechazan la etiqueta de mayores es porque las características sociales ligadas a la edad no les representan. Pero esto sigue reforzando estas etiquetas porque la estás rechazando", apuntaba la experta.
"Todas las actitudes edadistas se han naturalizado en la sociedad. De hecho, es una de las formas más comunes socialmente aprobadas de prejuicio y discriminación", cuyas consecuencias, tal y como aseguró la doctora, son terribles: "Puedes vivir hasta 7,5 años menos si sufres esta discriminación".
Por eso, del Barrio cree que lo más importante es "poner en el foco en las personas, no tanto en mayores. Hay que respetar a las personas y tenemos que avanzar hacia el trato igualitario".
Del macroedadismo al microedadismo
La tercera ponencia de la jornada corrió a cargo de Vania de la Fuente, médico, antropóloga y consultora independiente en envejecimiento saludable y edadismo.
De la Fuente hizo referencia a varios estudios que apuntan que en Europa el 44% de la sociedad tiene conductas edadistas. Centrándose en el caso de España, la experta explicó que el 10% piensa que el edadismo no existe, en contraposición con el 40% que piensa que es un problema serio (en Europa es el 50%). El otro 50% de los españoles no considera que sea un problema serio, y, sin embargo, observamos macroedadismos en el acceso a los recursos sanitarios o a la hora de buscar trabajo.
Sobre el edadismo laboral, la experta recordó un ejercicio que se llevó a cabo en España y que consistió en crear currículums ficticios iguales, que solo se diferenciaban por la edad: "Los de mayor edad recibieron la mitad de llamadas, lo que significa que tienen que mandar el doble de currículums que los jóvenes", lamentaba.
Sobre el microedadismo, la antropóloga quiso ejemplificar cómo se puede materializar en el día a día esta discriminación a través de las microagresiones (interacciones o comportamientos cotidianos que comunican un sesgo y hostilidad hacia una persona en base a su edad), el microinsulto (puede ir desde usar un lenguaje infantilizante o evitar tener contacto visual con alguien), el microataque (suponer que alguien hará algo mal por su edad, empujar a una persona mayor en la cola del supermercado o dar por hecho que no saben nada de tecnología) o la microinvalidación (organizar eventos y dejar fuera a los mayores o invalidar sus problemas).
"Las microagresiones tienen un impacto en sí mismas, y es muy nocivo para nuestra salud. Además, muchas de estas consecuencias surgen del edadismo autoinfligido, que es el que acaba surgiendo porque hemos interiorizado todos estos estereotipos, estas microagresiones, que acabamos dirigiendo hacia nosotros mismos", aseguraba la experta.
Como ejemplo de edadismo autoinfligido De la Fuente hizo referencia a la falsa creencia de que "la vejez es un periodo de enfermedad. Si hacemos caso a esto, pensaremos que para qué nos vamos a cuidar, si lo que nos toca en esta etapa es estar mal. Y esto es lo que se ve detrás de las conductas de riesgo", afirmaba.
Para acabar, la experta mandó un mensaje claro: "Todos podemos hacer frente a estas microagresiones y no ser cómplices. Hay que cuestionarlas, porque aunque no sean consciencientes o malintencionadas, si las detectamos podemos pararnos a tener una conversación que haga pensar a la otra persona por qué está haciendo lo que está haciendo. Solo así lograremos el cambio", concluía.
Sensibilizar sobre edadismo
La última sesión de la jornada fue una mesa redonda en la que participaron José Ángel Palacios, responsable de comunicación de Grandes amigos, la periodista Loles Díaz Aledo, y Pedro Ruiz y Rosi Vázquez de la Unión Democrática de Pensionistas.
El responsable de comunicación de Grandes Amigos comenzó su intervención pidiendo "acabar con la idea de todo por y para los mayores, pero sin los mayores". Palacios explicó lo importante que es trabajar desde las escuelas el edadismo porque esta forma de discriminación "empieza a los 3-4 años".
"Hay que trabajar desde las escuelas, cómo queremos envejecer, hablar de cómo nos imaginamos nuestra vejez. El mundo nos niega esta etapa de la vida, no nos deja proyectarnos porque al sistema no le interesa", aseguraba.
Palacios explicó también cómo desde la ONG son conscientes de la importancia de "adaptar el mensaje a los diferentes públicos", para que así tengan efecto.
Por último, el experto expresó la necesidad de dejar de hablar de la vejez desde la lejanía porque querer ser mayores sin parecerlo, lo único que está creando son "generaciones condenadas a no aceptarse".
Medios de comunicación y microedadismo
Por su parte, Loles Díaz Aledo centró su intervención en el tratamiento que hacen los medios de comunicación de las personas mayores: "Los medios deberían prestar voz a los mayores en función del número y sus diferencias. Están muy poco presentes, y cuando aparecen lo hacen con imagen homogénea, salud deteriorada, pensión escasa, necesitan ayuda, inútiles, una carga…", comenzaba enumerando.
La periodista aseguró que las personas mayores solo aparecen cuando son protagonistas de alguna tragedia, en el día del mayor o cuando hay información de poco interés. Tanto la forma de comunicar como el tratamiento que se hace de los hechos tienen consecuencias muy negativas para este colectivo, ya que como expuso Aledo, refuerza una imagen no adecuada, origina marginación y exclusión y dificulta que se vean otros modelos: "Los mayores del siglo XXI reclaman el derecho a tener una imagen social adecuada a su realidad", pedía.
"Los medios no son espejos que reflejan la realidad. Los medios no solo muestran lo que hay, son intérpretes, formadores de opinión y pueden ser transformadores de conducta", recordaba la periodista.
Aledo cree que es necesario cambiar el lenguaje con el que se habla de y con los mayores, y en lo que respecta a las imágenes, deberían usarse también para mostrar las diferentes realidades: "Cambiar la imagen es imprescindible para que las personas mayores recuperemos la condición de ciudadanos, que es lo que somos, personas adultas con derechos y deberes, iguales que las demás".
La última intervención de la jornada estuvo conducida por UDP. Pedro Ruíz y Rosi Vázquez, explicaron como el programa Formar en edadismo, que la propia Rosi impartió en un instituto ayudó a los jóvenes a entender esta manera de discriminar a las personas por el mero hecho de su edad: "Se puede hablar con la gente joven. Te entiende perfectamente", aseguraba.
El programa, tal y como explicó Ruíz, consiste en impartir una serie de charlas a jóvenes y mayores para que sepan detectar el edadismo presente en el día a día, y unir así a las diferentes generaciones.
Este programa se inició en 2023, y en total, entre jóvenes y mayores participaron 612 personas.
Noticias relacionadas
- Esta noticia contiene Articulo
de ,
- Esta noticia contiene Nota de prensa
de ,
- Esta noticia contiene Articulo
de ,